Los ETF inversos son un tipo particular de fondo cotizado en bolsa diseñado para generar una rentabilidad que se mueva en dirección opuesta a un índice de referencia específico. En términos simples, cuando el mercado o índice al que están vinculados pierde valor, los ETF inversos generan ganancias, mientras que, si el mercado sube, estos fondos tienden a registrar pérdidas.
Este comportamiento inverso se consigue mediante el uso de instrumentos financieros como futuros, opciones o swaps. Su objetivo principal es ofrecer a los inversores una herramienta para protegerse de caídas en los mercados, especular sobre bajadas de precios o equilibrar sus carteras en momentos de volatilidad.
¿Cómo identificar un ETF inverso?
Es fácil reconocer un ETF inverso gracias a su denominación. Normalmente, incluyen términos como «inverso» o «short» en su nombre, siendo este último más común en los mercados anglosajones. Por ejemplo, un ETF llamado «S&P 500 Short» indicaría que busca replicar de manera inversa el comportamiento del índice S&P 500.
¿Para quién son adecuados los ETF inversos?
Este tipo de instrumento es especialmente útil para inversores con experiencia que buscan estrategias avanzadas, como cubrir riesgos o aprovechar caídas específicas en ciertos sectores o mercados. Sin embargo, también conlleva riesgos elevados, ya que las pérdidas pueden acumularse rápidamente si el mercado se mueve en dirección contraria a las expectativas.
En resumen, los ETF inversos son herramientas sofisticadas que permiten beneficiarse de mercados a la baja, pero requieren un conocimiento profundo y una estrategia bien planificada para usarlos de manera efectiva.
Las principales plataformas de compra de ETFs
Ejemplo de ETF inverso*
Partiendo de que al comienzo del cálculo (Día 0) el valor del índice de mercado y del ETF es 100, simulamos un entorno de volatilidad con fuertes variaciones diarias para que resulte más ilustrativo:
En el ejemplo, el índice cae un 6,4 % en estas 4 sesiones, mientras que el ETF inverso ha subido un 3,5 %. ¿Por qué? Es sencillo, simplemente una cuestión de cálculo. Todos los días la variación del ETF inverso es la misma que la del índice del mercado al que esté referenciado, pero en sentido contrario. Sin embargo, una vez pasado el primer día, esta variación se aplica sobre bases distintas. Así, el Día 4 el índice del mercado sube un 10 % y el ETF inverso también cae un 10 % como está previsto, pero mientras el primero sube desde 85,05, el ETF cae desde 114,95. De este modo, al final del Día 4 la rentabilidad del ETF inverso, respecto al Día 0, ha sido del 3,5 %.
+Ejemplo expuesto en documento Los Fondos Cotizados en Bolsa (ETFs) de la CNMV